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El primero en la lista Mapashe (?) (Frank)
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El primero en la lista Mapashe (?) (Frank)
Las sirenas de las patrullas se lograban escuchar desde a grandes distancias, el rugir de los motores que eran obligados a acelerar el ritmo con vueltas peligrosas que lograban sacar un gran chillido entre aquellas oscuras llantas de tono azabache que pertenecían a las imponente patrullas de la policía de los Ángeles. Eran apenas las nueve y media de la noche el momento perfecto para que la población de la aclamada ciudad nocturna que la oscuridad diezmaba con la bella iluminación de las calles otorgada por los grandes faroles entre cada cuadra y los esplendorosos anuncios de los restaurantes, bares y demás lugares públicos a los cuales acudir a pasar una buena noche de sábado.
Las brillantes sirenas de colores rojos y azules como el característico canto irrumpían la fantástica noche de gloria para muchas personas haciendo que se cuestionaran ¿Qué es lo que pasa? Todas las miradas se mantenían expectantes en dirección de donde parecía llegar tanto alboroto, entonces fue cuando lograron entender o eso pensaron hasta toparse con otras tantas cuestiones.
Irrumpiendo el ambiente festivo de la ciudad una joven adolescente con apenas dieciséis años de edad, midiendo un aproximado de un punto sesenta de altura parecía estar dando vuelo entre las alturas con lo que la mayoría de las personas presentes y la policía catalogarían como acrobacias extremas apoyadas por un extraño equipo de despliegue en correa. Era verdad las personas no alucinaban o estaban locas, la policía no perseguía a cualquier loco fantasioso que había tratado de robar algún puesto barato, ni que vestía con tonos alegres y llamativos con algún símbolo.
Luciendo un conjunto gótico de corsé azabache con una mini falda de holanes en mismo tono oscuro y azul zafiro semi transparente, para ser censurada con lo que era un pequeño short de piel negro, unos costosos guantes de piel cuya manga llegaba a sobrepasar sus codos para subir un poco combinando con aquellas largas botas de agujeta de charol que brillaban y reflejaban las luces de la nocturna concurrida ciudad, cuya forma era gruesa y pesada a simple vista. Se podría apreciar con claridad gracias a la basta iluminación lo que era su larga y brillante melena oscura, que a cada maniobra o acrobacia que regalaba a los espectadores para poder desplazarse, parecía moverse en una extravagante danza que hacia cambiar el tono a un castaño oscuro y no toro a un azabache profundo que se perdía entre el tono del cielo estrellado. No importaba tanto el tono que podría tomar aquella cabellera, la joven se había detenido de golpe entre el cruce de semáforo más concurrido siendo sostenida únicamente por aquel extraño equipo de maniobras que reposaba en los costados de su cintura. Dos cajones en forma rectangular de metal que brillaban y reflejaban los tonos de las luces mostrando la pulcredad que prevalecía en estos, unas correas de piel color canela sujetarles con hebillas plateadas y sostener con apoyo de dos piezas curvadas de metal lo que eran cilindros de forma similar a los extintores pero en tono plata chicos y más delgados como alargados midiendo aproximadamente tres centímetros menos que las cajas cuyas medidas eran de setenta y cuatro centímetros, una caja con cilindro reposaba en cada costado de su columna mientras eran enganchadas por las mismas correas de color manera que posaban en forma vertical entre los muslos de la joven para sostenerse firmes, las correas recorrían también parte de su cintura ajustando lo que era una especie de cinturón metálico que en la parte trasera lucían dos grandes rollos metálicos cuyo interior albergaba lo que eran las cuerdas que le permitían desplazarse y se enguachaban en los edificios de la gran ciudad, aquellas mismas cuerdas de las cuales estaba colgando de cabeza dejando caer sus brazos ante la gravedad y dejar vislumbrar lo que eran una clase de mango para pistola sin serlo pues en vez de tener el cilindro que permitía la entrada de balas traía dos espadas y afiladas dagas de cinco centímetros de ancho con ochenta de largo, se podría observar lo afiladas que eran y lo resplandecientes que lucían con tan delgado diseño que de seguro otorgaba a la niña un fino corte.
Aquellos mangos dejaban lucir lo que eran o parecían ser una cuerda en cada uno y llegar a la parte trasera donde se enroscaba la cuerda y salían ambas enganchadoras que le sostenían. La joven dejo observar aquel fino rostro cuyos rasgos delicados orientales eran opacados por la exuberante cantidad de maquillaje blanco que cubría su rostro y la singular forma de usar el maquillaje oscuro alrededor de sus finos y grandes orbes de color avellana como un mapache con su natural antifaz creado con maquillaje y una atractiva capa de labial color violeta cubrir sus carnosos labios que dibujaban una traviesa sonrisa mientras observaba las patrullas rodearles con la esperanza de que su equipo fuese el que dejo de funcionar. Pero estaban muy equivocados, ante los jóvenes y brillantes orbes de la joven era tan solo un acto cualquiera que aumentaría la diversión que tanto aclamaba desde que había robado una porción del efectivo de aquel banco que ya había perdido de vista desde hace tiempo que empezó a jugar con la policía en aquella persecución. ¿Tal vez la policía ya se había dado cuenta que la joven se movía en círculos y les hacía dar vueltas en falso siguiendo lo que era un circulo vicioso? ¿Ya se habían percatado que era la cuarta vez que estaban en aquella calle?
La pequeña y traviesa joven cuya mente solo se divertía y pedía más atención a cada movimiento empezó a reírse a carcajada suelta dejando escuchar a los presentes lo dulce he inocente que parecía ser su vos y lo magnifico que sería escucharle exclamar alguna oración en una sinfonía. Pero lo que escucharon fue algo parecido a lo que buscaban, la joven solo de un ágil movimiento demostrando su gran destreza dio una gran vuelta acrobática restableciendo sus pies dirección al suelo y desenganchando las correas para dar un brusco giro de su cintura en dirección a las patrullas, apretar el ambos gatillos que sostenía en sus manos con los sables y dejar salir ambas cuerdas a una impresionante velocidad para atorarse en otro edificio del frente. Repitiendo esos movimientos de comando he impulsándose con el balanceo del viento así como la atracción a la cual ella jalada al ser enroscadas las cuerdas en el equipo podría desplazarse con facilidad he inclusive pasar en lugares donde la gente no podría pensar que aquella niña pasaría, asi fue como logro tener a la mayoría de la policía a tras de ella hasta que se aburrió y utilizo su equipo a una gran velocidad de altas capacidades acrobáticas y de agilidad inigualable para parecer una clase de rápida figura que apenas era perceptible ante un borrón con los ojos humanos para dejar muy atrás a la policía y continuar su velada.
Se logró escuchar el sonido de su equipo al detenerse en las escaleras de emergencia de un lujoso hotel de la zona.- Bien… Es hora de la cuenta.- Dijo con aquella dulce vos en un alegre tono con aquella pícara sonrisa mientras entre sus dedos los billetes eran atraídos de lo que era un morral mediano de color cobre.-100, 200, 300,400, 500… ¿Solo quinientos dólares?- Observo nuevamente el morral dibujando en su rostro lo que se podría deducir como duda o capricho.-Son unos malditos codos esos perros.- Expreso con total desagrado, si había ingresado al Banco a robar pero no requería mucho a lo cual solo robo el primer manojo que vio de billetes grandes con sus delicadas y frágiles manos, pero nunca pensó que los tacaños guardasen los billetes en paquetes de $500 a lo cual provoco que la joven solo se sintiese decepcionada por tan barato espectáculo de la policía y tan tacaña forma de ser de los bancos.
Las brillantes sirenas de colores rojos y azules como el característico canto irrumpían la fantástica noche de gloria para muchas personas haciendo que se cuestionaran ¿Qué es lo que pasa? Todas las miradas se mantenían expectantes en dirección de donde parecía llegar tanto alboroto, entonces fue cuando lograron entender o eso pensaron hasta toparse con otras tantas cuestiones.
Irrumpiendo el ambiente festivo de la ciudad una joven adolescente con apenas dieciséis años de edad, midiendo un aproximado de un punto sesenta de altura parecía estar dando vuelo entre las alturas con lo que la mayoría de las personas presentes y la policía catalogarían como acrobacias extremas apoyadas por un extraño equipo de despliegue en correa. Era verdad las personas no alucinaban o estaban locas, la policía no perseguía a cualquier loco fantasioso que había tratado de robar algún puesto barato, ni que vestía con tonos alegres y llamativos con algún símbolo.
Luciendo un conjunto gótico de corsé azabache con una mini falda de holanes en mismo tono oscuro y azul zafiro semi transparente, para ser censurada con lo que era un pequeño short de piel negro, unos costosos guantes de piel cuya manga llegaba a sobrepasar sus codos para subir un poco combinando con aquellas largas botas de agujeta de charol que brillaban y reflejaban las luces de la nocturna concurrida ciudad, cuya forma era gruesa y pesada a simple vista. Se podría apreciar con claridad gracias a la basta iluminación lo que era su larga y brillante melena oscura, que a cada maniobra o acrobacia que regalaba a los espectadores para poder desplazarse, parecía moverse en una extravagante danza que hacia cambiar el tono a un castaño oscuro y no toro a un azabache profundo que se perdía entre el tono del cielo estrellado. No importaba tanto el tono que podría tomar aquella cabellera, la joven se había detenido de golpe entre el cruce de semáforo más concurrido siendo sostenida únicamente por aquel extraño equipo de maniobras que reposaba en los costados de su cintura. Dos cajones en forma rectangular de metal que brillaban y reflejaban los tonos de las luces mostrando la pulcredad que prevalecía en estos, unas correas de piel color canela sujetarles con hebillas plateadas y sostener con apoyo de dos piezas curvadas de metal lo que eran cilindros de forma similar a los extintores pero en tono plata chicos y más delgados como alargados midiendo aproximadamente tres centímetros menos que las cajas cuyas medidas eran de setenta y cuatro centímetros, una caja con cilindro reposaba en cada costado de su columna mientras eran enganchadas por las mismas correas de color manera que posaban en forma vertical entre los muslos de la joven para sostenerse firmes, las correas recorrían también parte de su cintura ajustando lo que era una especie de cinturón metálico que en la parte trasera lucían dos grandes rollos metálicos cuyo interior albergaba lo que eran las cuerdas que le permitían desplazarse y se enguachaban en los edificios de la gran ciudad, aquellas mismas cuerdas de las cuales estaba colgando de cabeza dejando caer sus brazos ante la gravedad y dejar vislumbrar lo que eran una clase de mango para pistola sin serlo pues en vez de tener el cilindro que permitía la entrada de balas traía dos espadas y afiladas dagas de cinco centímetros de ancho con ochenta de largo, se podría observar lo afiladas que eran y lo resplandecientes que lucían con tan delgado diseño que de seguro otorgaba a la niña un fino corte.
Aquellos mangos dejaban lucir lo que eran o parecían ser una cuerda en cada uno y llegar a la parte trasera donde se enroscaba la cuerda y salían ambas enganchadoras que le sostenían. La joven dejo observar aquel fino rostro cuyos rasgos delicados orientales eran opacados por la exuberante cantidad de maquillaje blanco que cubría su rostro y la singular forma de usar el maquillaje oscuro alrededor de sus finos y grandes orbes de color avellana como un mapache con su natural antifaz creado con maquillaje y una atractiva capa de labial color violeta cubrir sus carnosos labios que dibujaban una traviesa sonrisa mientras observaba las patrullas rodearles con la esperanza de que su equipo fuese el que dejo de funcionar. Pero estaban muy equivocados, ante los jóvenes y brillantes orbes de la joven era tan solo un acto cualquiera que aumentaría la diversión que tanto aclamaba desde que había robado una porción del efectivo de aquel banco que ya había perdido de vista desde hace tiempo que empezó a jugar con la policía en aquella persecución. ¿Tal vez la policía ya se había dado cuenta que la joven se movía en círculos y les hacía dar vueltas en falso siguiendo lo que era un circulo vicioso? ¿Ya se habían percatado que era la cuarta vez que estaban en aquella calle?
La pequeña y traviesa joven cuya mente solo se divertía y pedía más atención a cada movimiento empezó a reírse a carcajada suelta dejando escuchar a los presentes lo dulce he inocente que parecía ser su vos y lo magnifico que sería escucharle exclamar alguna oración en una sinfonía. Pero lo que escucharon fue algo parecido a lo que buscaban, la joven solo de un ágil movimiento demostrando su gran destreza dio una gran vuelta acrobática restableciendo sus pies dirección al suelo y desenganchando las correas para dar un brusco giro de su cintura en dirección a las patrullas, apretar el ambos gatillos que sostenía en sus manos con los sables y dejar salir ambas cuerdas a una impresionante velocidad para atorarse en otro edificio del frente. Repitiendo esos movimientos de comando he impulsándose con el balanceo del viento así como la atracción a la cual ella jalada al ser enroscadas las cuerdas en el equipo podría desplazarse con facilidad he inclusive pasar en lugares donde la gente no podría pensar que aquella niña pasaría, asi fue como logro tener a la mayoría de la policía a tras de ella hasta que se aburrió y utilizo su equipo a una gran velocidad de altas capacidades acrobáticas y de agilidad inigualable para parecer una clase de rápida figura que apenas era perceptible ante un borrón con los ojos humanos para dejar muy atrás a la policía y continuar su velada.
Se logró escuchar el sonido de su equipo al detenerse en las escaleras de emergencia de un lujoso hotel de la zona.- Bien… Es hora de la cuenta.- Dijo con aquella dulce vos en un alegre tono con aquella pícara sonrisa mientras entre sus dedos los billetes eran atraídos de lo que era un morral mediano de color cobre.-100, 200, 300,400, 500… ¿Solo quinientos dólares?- Observo nuevamente el morral dibujando en su rostro lo que se podría deducir como duda o capricho.-Son unos malditos codos esos perros.- Expreso con total desagrado, si había ingresado al Banco a robar pero no requería mucho a lo cual solo robo el primer manojo que vio de billetes grandes con sus delicadas y frágiles manos, pero nunca pensó que los tacaños guardasen los billetes en paquetes de $500 a lo cual provoco que la joven solo se sintiese decepcionada por tan barato espectáculo de la policía y tan tacaña forma de ser de los bancos.
- Equipo:
Jeannei Raccoon- Empleo /Ocio : Servir a mi señor orando por sus vidas y robar en tiempo libre jo
Ficha de Personaje
Nivel Defensiva: Beta
Nivel Ofensiva:
Poderes y Habilidades:
Re: El primero en la lista Mapashe (?) (Frank)
No recordaba porque había decidido tomar la escalera de emergencia para dirigirme a mi habitación, seguramente para pensar mejor y pensar en una manera de encontrarme con William, debido a que mi conexión con él estaba un poco debilitada y según lo poco que podía percibir, se encontraba cerca, pero a Los Ángeles me trajeron otros motivos, los cuales no será mejor pensar, al menos de momento no. Fuera del edificio donde me encontraba se escuchaba un total alboroto, las sirenas de las patrullas no dejaban de sonar e iban de un lado a otro, de cierta manera adornaban las calles con esos colores brillantes, la gente gritaba y en los edificios podía observarse una figura yendo de un lado a otro por las calles, lo curioso era que parecía volar, como deslizándose en el viento, lo cual me resulto extraño y llamo completamente mi atención.
En lo que pude ver, gracias a mis habilidades, la chica se introdujo en el edificio donde me encontraba descansado. Rápidamente le localice al instante en que sentí su mente intranquila, con muchos pensamientos ligados, tanto agotamiento que hasta podía sentir su respiración, tome mi chaqueta y baje a paso lento por las escaleras hasta poder verla. Mis pasos eran sigilosos, aunque no lo suficiente como para que ella no los escuchara, sonrío al verle sentada en los escalones, es que era tan solo una pequeña niña, tanto que seguramente no se había percatado de que un total extraño estaba dentro de su mente.
-Robar a tu edad, se considera un acto estúpido o una brillantes, en tu caso brillantes para poder robar un banco tu sola –Empecé a levitar hasta pasar por encima de ella y colocarme justo frente a su figura, su rostro era aun mas infantil, a pesar de que demostraba una muy hermosa belleza y de una cierta manera, inocencia. –Aunque para solo obtener 500$ no es un gran acto de brillantez, pero reconozco tu valía y la gran capacidad de ese equipo tan extraño que llevas. –Se llevo una mano a la barbilla y dejando salir un gesto de curiosidad fijo su mirada en el equipo que ella llevaba consigo –Cuéntame, ¿Cómo funciona? Allá afuera parecías volar, pero estoy seguro que no puedes volar, entonces, posees una gran agilidad. -Guardo silencio por un momento y antes de que ella procediese a hablar, opto por presentarse -Soy Franklin y tranquila, no seré una amenaza para ti.
En lo que pude ver, gracias a mis habilidades, la chica se introdujo en el edificio donde me encontraba descansado. Rápidamente le localice al instante en que sentí su mente intranquila, con muchos pensamientos ligados, tanto agotamiento que hasta podía sentir su respiración, tome mi chaqueta y baje a paso lento por las escaleras hasta poder verla. Mis pasos eran sigilosos, aunque no lo suficiente como para que ella no los escuchara, sonrío al verle sentada en los escalones, es que era tan solo una pequeña niña, tanto que seguramente no se había percatado de que un total extraño estaba dentro de su mente.
-Robar a tu edad, se considera un acto estúpido o una brillantes, en tu caso brillantes para poder robar un banco tu sola –Empecé a levitar hasta pasar por encima de ella y colocarme justo frente a su figura, su rostro era aun mas infantil, a pesar de que demostraba una muy hermosa belleza y de una cierta manera, inocencia. –Aunque para solo obtener 500$ no es un gran acto de brillantez, pero reconozco tu valía y la gran capacidad de ese equipo tan extraño que llevas. –Se llevo una mano a la barbilla y dejando salir un gesto de curiosidad fijo su mirada en el equipo que ella llevaba consigo –Cuéntame, ¿Cómo funciona? Allá afuera parecías volar, pero estoy seguro que no puedes volar, entonces, posees una gran agilidad. -Guardo silencio por un momento y antes de que ella procediese a hablar, opto por presentarse -Soy Franklin y tranquila, no seré una amenaza para ti.
Franklin B. Richard
Ficha de Personaje
Nivel Defensiva: Tetra
Nivel Ofensiva:
Poderes y Habilidades:
Re: El primero en la lista Mapashe (?) (Frank)
Los hermosos orbes brillantes de la joven ladrona parecían seguir fijos en el dinero pues cualquiera podría darse cuanta con tan solo ver su fino rostro que estaba molesta y cometía un acto que a través de los tiempos los seres puros e inocentes cometen todo el tiempo, un berrinche.
Arduos y dolorosos entrenamientos había sufrido su persona dentro de su Clan familiar y el Concilio que los manejaba dando como resultado que sus sentidos agudizados y mejorados lograse escuchar con claridad que alguien se acercaba, no le molestaba ni le inquietaba era lo suficientemente confiada de su propia persona para saber escapar sin problema ante algún inminente peligro, cosa que dudaba la joven que fuese ya que su sentido de supervivencia le decía que el peligro no se le presentaría en un buen tiempo.
Una sola mirada dedico a la forma humanoide que paso para posarse enfrente de su persona y recibir a aquel hombre de fuerte y atractivo físico que llamo la atención de la pequeña ladrona que le dedicaba una sonrisa de supuesta inocencia que no existía en ella.
Su mente traviesa no podría negarse a dar el primer lugar a aquel chico en su blanca lista de hombres de gran atractivo a los cuales podría recurrir a divertirse con un “Pequeño acoso” de momento. Si aquella persona masculina había tenido el honor de abrir su lista. –Are are…pero mira que curiosa sugerencia.-Exclamo ante las palabras que aquel barón le expreso con cierto tono que ella catalogo como broma.
-Bonito nombre Frank.-Una picara y leve carcajada fue la que dejó salir mientras guardaba los billetes de nuevo en aquel pequeño morral.- Puedes decirme Mapache. He de admitir que has dado un buen punto sobre lo del banco.-Se levantó de aquel escalón y acomodo con su frágil y pequeña mano izquierda aquel flequillo que le cubría un poco los ojos.-Pero a diferencia de otros no robo por ambición, es más un deporte en medio del deber. No me importa hacerme rica así que tome lo que considere fue suficiente pero al parecer esos tacaños no juntan los billetes grandes muy bien jaja.- Amarro el pequeño morral en su cinturón azabache para desprender las largas y afiladas espadas delgadas de aquello que parecía el mango de una pistola y guardarlas en los cajones con los otros pares haciendo un total de ocho navajas, cuatro en cada extremo.
-Ho… ¿El hombre guapo tiene curiosidad he?- De forma tranquila extendió su mano derecha mientras con la izquierda señalaba las partes que describía de aquel equipo.-Es solo un equipo de maniobras que pertenece a mi familia. Esos tanques tienen gas que libero a gusto y cuando quiero con estos mangos que parecen de pistola, así también si aprieto el gatillo saldrán disparadas las cuerdas. Si eres bueno en cuanto reflejos.-Le sonrió de forma desafiante.-No te romperás el cuello si quieres usarlo.- Su tono de vos sonaba desafiante he incitadora, podría seguir robado en otros días hoy tenia un chico atractivo en frente y eso le decía a la falsa pasante de monja que tenía el derecho de entretenerse un rato antes de volver al convento.-¿Qué dices quieres usarlo? O ¿Quieres perseguirme?- Aquella que aparentaba ser una inocente, frágil y hermosa niña con traviesa actitud no era nada mas que una joven que de inocencia no tenia nada en aquella mente, cuyos únicos pensamientos eran extrañas imágenes borrosas poco concretas del convento y todo en un extraño idioma de origen oriental.
Arduos y dolorosos entrenamientos había sufrido su persona dentro de su Clan familiar y el Concilio que los manejaba dando como resultado que sus sentidos agudizados y mejorados lograse escuchar con claridad que alguien se acercaba, no le molestaba ni le inquietaba era lo suficientemente confiada de su propia persona para saber escapar sin problema ante algún inminente peligro, cosa que dudaba la joven que fuese ya que su sentido de supervivencia le decía que el peligro no se le presentaría en un buen tiempo.
Una sola mirada dedico a la forma humanoide que paso para posarse enfrente de su persona y recibir a aquel hombre de fuerte y atractivo físico que llamo la atención de la pequeña ladrona que le dedicaba una sonrisa de supuesta inocencia que no existía en ella.
Su mente traviesa no podría negarse a dar el primer lugar a aquel chico en su blanca lista de hombres de gran atractivo a los cuales podría recurrir a divertirse con un “Pequeño acoso” de momento. Si aquella persona masculina había tenido el honor de abrir su lista. –Are are…pero mira que curiosa sugerencia.-Exclamo ante las palabras que aquel barón le expreso con cierto tono que ella catalogo como broma.
-Bonito nombre Frank.-Una picara y leve carcajada fue la que dejó salir mientras guardaba los billetes de nuevo en aquel pequeño morral.- Puedes decirme Mapache. He de admitir que has dado un buen punto sobre lo del banco.-Se levantó de aquel escalón y acomodo con su frágil y pequeña mano izquierda aquel flequillo que le cubría un poco los ojos.-Pero a diferencia de otros no robo por ambición, es más un deporte en medio del deber. No me importa hacerme rica así que tome lo que considere fue suficiente pero al parecer esos tacaños no juntan los billetes grandes muy bien jaja.- Amarro el pequeño morral en su cinturón azabache para desprender las largas y afiladas espadas delgadas de aquello que parecía el mango de una pistola y guardarlas en los cajones con los otros pares haciendo un total de ocho navajas, cuatro en cada extremo.
-Ho… ¿El hombre guapo tiene curiosidad he?- De forma tranquila extendió su mano derecha mientras con la izquierda señalaba las partes que describía de aquel equipo.-Es solo un equipo de maniobras que pertenece a mi familia. Esos tanques tienen gas que libero a gusto y cuando quiero con estos mangos que parecen de pistola, así también si aprieto el gatillo saldrán disparadas las cuerdas. Si eres bueno en cuanto reflejos.-Le sonrió de forma desafiante.-No te romperás el cuello si quieres usarlo.- Su tono de vos sonaba desafiante he incitadora, podría seguir robado en otros días hoy tenia un chico atractivo en frente y eso le decía a la falsa pasante de monja que tenía el derecho de entretenerse un rato antes de volver al convento.-¿Qué dices quieres usarlo? O ¿Quieres perseguirme?- Aquella que aparentaba ser una inocente, frágil y hermosa niña con traviesa actitud no era nada mas que una joven que de inocencia no tenia nada en aquella mente, cuyos únicos pensamientos eran extrañas imágenes borrosas poco concretas del convento y todo en un extraño idioma de origen oriental.
Jeannei Raccoon- Empleo /Ocio : Servir a mi señor orando por sus vidas y robar en tiempo libre jo
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Re: El primero en la lista Mapashe (?) (Frank)
Una ceja se alzo en el rostro del chico tras haber terminado de hablar aquella hermosa niña que ahora se encontraba en su frente, de cierta manera parecía halagarlo o algo un poco más intenso; coquetearlo. Luego de un par de palabras fue notoria una sonrisa para agradecer a lo que ella decía y aunque aun seguí con la idea metida en su cabeza, esta pequeña resultaba ser una diablilla encarnada. ¿Mapache? Pero qué clase de nombre tan poco… común, tenia originalidad debía aceptar a pesar de que seguramente se hacía llamar así por algo en específico pero no era el momento para hurgar en la vida de una desconocida o por lo menos no sin ser tan obvio.
-Robar nunca será un deporte, ni en esta dimensión, ni en cualquier otra, puedo que para muchos resulte una necesidad, pero robar en muchos casos no es la solución, aunque pueda llegar a ser patológico –Las palabras salían de su boca con tal naturalidad y con esa seguridad que caracterizaba su personalidad. En los siguientes minutos la chica comenzó a explicar cómo funcionaba el artefacto que llevaba pegado a su cuerpo, en su cintura. Resultaba curioso la funcionalidad que poseía, sin destacar que sería un gran implemento para batallas rápidas o incluso para huidas, sin duda alguna les serviría mucho a los colegas que no tuviesen la capacidad de volar, les brindaría mucha ventaja en el campo, por supuesto, si le saben utilizar.
-Entiendo, suena interesante, aunque la utilidad que le das no sea la correcta –Sonrío al momento en que se acercaba un poco más a ella –Tener uno igual sería útil en ciertas ocasiones y ahora que se cómo funciona, espero que no te moleste que haga una copia exacta del tuyo. –En realidad no le importaba si a ella le molestaba no, igual lo haría, así no fuese frente a ella. Ya había visto el objeto por suficiente tiempo y analizado cada pieza, estaba listo para crearlo. Dio unos pasos atrás y elevo un brazo de forma extendida hacia el frente, fue allí cuando en el suelo empezaron a surgir figuras geométricas en formas de destellos blancos, rojos y verdes, aquel objeto iba tomando forma hasta terminar en una copia exacta a la maquinaria que poseía la chica Mapache -¿Qué te parece? -Le miro con una expresión de emoción en su rostro
-Robar nunca será un deporte, ni en esta dimensión, ni en cualquier otra, puedo que para muchos resulte una necesidad, pero robar en muchos casos no es la solución, aunque pueda llegar a ser patológico –Las palabras salían de su boca con tal naturalidad y con esa seguridad que caracterizaba su personalidad. En los siguientes minutos la chica comenzó a explicar cómo funcionaba el artefacto que llevaba pegado a su cuerpo, en su cintura. Resultaba curioso la funcionalidad que poseía, sin destacar que sería un gran implemento para batallas rápidas o incluso para huidas, sin duda alguna les serviría mucho a los colegas que no tuviesen la capacidad de volar, les brindaría mucha ventaja en el campo, por supuesto, si le saben utilizar.
-Entiendo, suena interesante, aunque la utilidad que le das no sea la correcta –Sonrío al momento en que se acercaba un poco más a ella –Tener uno igual sería útil en ciertas ocasiones y ahora que se cómo funciona, espero que no te moleste que haga una copia exacta del tuyo. –En realidad no le importaba si a ella le molestaba no, igual lo haría, así no fuese frente a ella. Ya había visto el objeto por suficiente tiempo y analizado cada pieza, estaba listo para crearlo. Dio unos pasos atrás y elevo un brazo de forma extendida hacia el frente, fue allí cuando en el suelo empezaron a surgir figuras geométricas en formas de destellos blancos, rojos y verdes, aquel objeto iba tomando forma hasta terminar en una copia exacta a la maquinaria que poseía la chica Mapache -¿Qué te parece? -Le miro con una expresión de emoción en su rostro
Franklin B. Richard
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Re: El primero en la lista Mapashe (?) (Frank)
La joven de cabellos azabaches no pudo evitar negar con la cabeza de forma lenta pero aun con aquella sonrisa característica de ella, pues aquello que el joven le acababa de explicar le hacía sentir como si estuviese en el convento y una de sus hermanas le hubiese cachado en su jugada de ladrona y así darle un largo sermón de lo que la Ética y la Moral establecían.
No era como si le molestara que el chico fuera alguien que gustaba del respeto de la ley y la honradez, al contrario eso era un buen punto a favor pero en esos momentos estaba con aquella personalidad que le decía “Si buscara quien me dijera que está mal o está bien hubiese ido con un sacerdote” Resultado a que la joven solo comenzara a reírse de forma traviesa. No se burlaba pero tampoco evitaba pensar el simple hecho de que le resultara muy divertido que una persona se tomase la molestia de explicar algo que de forma clara ella ya sabía.
Una sonrisa leve dedico para dar dos pequeños saltos en el mismo lugar mostrando su divertido humor que siempre lograba volver entretenida cualquier situación. –Are are eso sonó como si yo fuese una niña mala.- Expreso aparentando una falsa molestia como si el enojo fuese parte del acto sobre actuado.
-Pero no creo que sea malo robar y mira que también voy a la escuela y a una consagrada.-Su supuesto rostro de rabia cambio después de que terminase de expresar aquellas palabras que apenas se podrían comprender dada a las inmensas ganas de reír que tenía reteniendo por su supuesta furia.- A decir verdad el termino correcto es hurtar y eso es cuando alguien toma algo sin permiso que le pertenece a otra persona ¿O me equivoco?- Fueron sus debatibles palabras que no dudaron mucho pues el reconocible canto molesto de las sirenas que pertenecían a aquellas patrullas que aún estaban en su búsqueda se acercaban con aquellos resplandecientes y segadores colores que se intercalaban. No tenía miedo de ser encontrada pero tenía ganas de convivir mas con aquel hombre que apenas conocía, pues aunque no sintiese nada apegada a una emoción hacia el sí tenía aquel juguetón ser que pedía más.
No vio necesidad de ocultar su expresión jovial que mostraba un bello retrato digno de recordar, pues una cara llena de emoción pues nunca pensó que en su corta vida pudiese ver a una persona que tuviese el don de crear algo como lo hace su hermano mayor. Pero no pudo evitar acercarse a inspeccionar pues aunque el estilo era similar al de la proyección no era el mismo tipo de proyección que usaba su hermano o tal vez ni siquiera era lo que ella pensaba que era.
Observo bien que todo parecía ser idéntico y negó con la cabeza aun embelesada.-No, para nada me molesta. Pero la cosa no está solo en la destreza ¿Acaso piensas que un mago revelara el 100% de su secreto al aprendiz?- Se alejó con una sonrisa muy desafiante pues el joven había cometido un error fatal con aquella anticipación.-Te explique lo básico y lo que se ve por encima, nunca dije para que funcionaba cada pieza ni que utilidad especifica tenían los accesorios de cada parte… ¿Qué tan bien o similar podrá funcionar una copia echa por pura intuición?- De la misma forma tal cual salió de aquel banco aprovecho la cercanía de las patrullas y con una sonrisa pícara tomar ambos mangos y mover con sus pulgares un par de piezas entabladas en estos.-Creo que mi pregunta fue contestada… Bien te deseo suerte, si me atrapas regreso lo robado cara a cara a la policía, si no me atrapas…pues solo me queda decirte sigue participando en atrapar a mapashe.-
Una magnifica y perfecta acrobacia dejo ver la joven a dar una voltereta hacia atrás mostrando su gran destreza, si alguien la viese pensaría que se caería directamente a una muerte segura desde aquellas escaleras de emergencia, pero solo se logró escuchar el sonido singular de su equipo al ser activado y comenzar lo que sería un divertido juego después de tanto.
No era como si le molestara que el chico fuera alguien que gustaba del respeto de la ley y la honradez, al contrario eso era un buen punto a favor pero en esos momentos estaba con aquella personalidad que le decía “Si buscara quien me dijera que está mal o está bien hubiese ido con un sacerdote” Resultado a que la joven solo comenzara a reírse de forma traviesa. No se burlaba pero tampoco evitaba pensar el simple hecho de que le resultara muy divertido que una persona se tomase la molestia de explicar algo que de forma clara ella ya sabía.
Una sonrisa leve dedico para dar dos pequeños saltos en el mismo lugar mostrando su divertido humor que siempre lograba volver entretenida cualquier situación. –Are are eso sonó como si yo fuese una niña mala.- Expreso aparentando una falsa molestia como si el enojo fuese parte del acto sobre actuado.
-Pero no creo que sea malo robar y mira que también voy a la escuela y a una consagrada.-Su supuesto rostro de rabia cambio después de que terminase de expresar aquellas palabras que apenas se podrían comprender dada a las inmensas ganas de reír que tenía reteniendo por su supuesta furia.- A decir verdad el termino correcto es hurtar y eso es cuando alguien toma algo sin permiso que le pertenece a otra persona ¿O me equivoco?- Fueron sus debatibles palabras que no dudaron mucho pues el reconocible canto molesto de las sirenas que pertenecían a aquellas patrullas que aún estaban en su búsqueda se acercaban con aquellos resplandecientes y segadores colores que se intercalaban. No tenía miedo de ser encontrada pero tenía ganas de convivir mas con aquel hombre que apenas conocía, pues aunque no sintiese nada apegada a una emoción hacia el sí tenía aquel juguetón ser que pedía más.
No vio necesidad de ocultar su expresión jovial que mostraba un bello retrato digno de recordar, pues una cara llena de emoción pues nunca pensó que en su corta vida pudiese ver a una persona que tuviese el don de crear algo como lo hace su hermano mayor. Pero no pudo evitar acercarse a inspeccionar pues aunque el estilo era similar al de la proyección no era el mismo tipo de proyección que usaba su hermano o tal vez ni siquiera era lo que ella pensaba que era.
Observo bien que todo parecía ser idéntico y negó con la cabeza aun embelesada.-No, para nada me molesta. Pero la cosa no está solo en la destreza ¿Acaso piensas que un mago revelara el 100% de su secreto al aprendiz?- Se alejó con una sonrisa muy desafiante pues el joven había cometido un error fatal con aquella anticipación.-Te explique lo básico y lo que se ve por encima, nunca dije para que funcionaba cada pieza ni que utilidad especifica tenían los accesorios de cada parte… ¿Qué tan bien o similar podrá funcionar una copia echa por pura intuición?- De la misma forma tal cual salió de aquel banco aprovecho la cercanía de las patrullas y con una sonrisa pícara tomar ambos mangos y mover con sus pulgares un par de piezas entabladas en estos.-Creo que mi pregunta fue contestada… Bien te deseo suerte, si me atrapas regreso lo robado cara a cara a la policía, si no me atrapas…pues solo me queda decirte sigue participando en atrapar a mapashe.-
Una magnifica y perfecta acrobacia dejo ver la joven a dar una voltereta hacia atrás mostrando su gran destreza, si alguien la viese pensaría que se caería directamente a una muerte segura desde aquellas escaleras de emergencia, pero solo se logró escuchar el sonido singular de su equipo al ser activado y comenzar lo que sería un divertido juego después de tanto.
Jeannei Raccoon- Empleo /Ocio : Servir a mi señor orando por sus vidas y robar en tiempo libre jo
Ficha de Personaje
Nivel Defensiva: Beta
Nivel Ofensiva:
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