Blood will always call blood... [Tema para los Allen y Maximoff]

Abrió los parpados, sus ojos se degustaron con el cielo azulado que ya hacia sobre el en ese momento, a saber cuánto tiempo había estado inconsciente tendido en aquel lugar, fue la contaminación auditiva del lugar que fungía ahora como zona de aterrizaje para él, lo que le hizo abrir los parpados con lentitud para que sus ojos se acostumbrasen a la luz del ambiente, en aquel momento el cuerpo le dolía bastante, como si hubiese recibido la paliza de su vida, más siendo precavido, usa muy lentamente comenzó a mover sus extremidades, inicio por los pies, después flexiono las rodillas, para apoyar sus pies sobre la tierra, levanto sus brazos, más tras estirarlos un poco los uso de apoyo para poder levantar su cuerpo y quedar sentando sobre aquella desconocida y dura superficie, sin duda le reconoció, era concreto, fue ahí donde con algo de confusión además de dolor, de inmediato llevo su diestra hacia su sien, sintió algo de dolor cuando su psique le hizo recordar quien era.


Se comentó a sí mismo a pesar de la punzada que sentía perforaba su cerebro de adentro hacia afuera, era molesta en demasía, sin embargo se forzó a sí mismo, decidido continuo hablándose en sus adentros.


Entonces la imagen de una pelirroja y una rubia cruzaron por su adolorido ser.


Respondió a sí mismo como si su mente estuviera interrogándolo mostrándole aquellas imágenes, misma tras la cual visualizo a dos personas más.


Dijo en su cabeza y sonrió orgulloso de sí mismo, aquella potente jaqueca ya estaba casi desvanecida, por último en su mente apareció la imagen de aquel castaño.. Guapo, alto de buena fisiología, fue ahí donde el rubor se apodero suavemente de sus mejillas, incluso un suave suspiro escapo de sus labios recordando a aquel chico.


Separo su mano de su cabeza, apoyo sus manos hacia atrás, levanto su mirar hacia el cielo azulado sonriendo, pues había incluso recordado como habían llegado a este lugar.- Yo te encontrare… Franklin, no desesperes.

No hubo más por hacer que andar, más para evitar miradas de curiosos, basto un sencillo hechizo y pensamiento para que sus ropajes, pasaran a ser un pantalón de mezclilla color negro azabache, unos tenis blancos, en conjunto con una camisa azul a cuadros, sobre la cual traía una sudadera ligera de color escarlata, forma que le di a la capa de mi madre.

Baje por la escalera de incendios, camine por un par de horas, las peculiares características de esta ciudad me permitieron distinguir que se trataba nada más y nada menos que de la ciudad de San Francisco, de nuestra dimensión la conocí debido a antiguos libros, fotografías, etc. Mas no me distraje con el panorama, anduve por la ciudad guiándome como pude, no tarde en ver como una estela verde paso corriendo a unas calles de mi ubicación.- Thomas! –Grite en busca de llamar su atención, más fue notoriamente en vano, Thomas siguió su rápido andar, mismo que trate de seguir tan rápido como pude gracias a mi condición física, más al acercarme, escuche con algo de sorpresa como los potentes disparos de armas de alto calibre resonaron, más a lo lejos cuando se hizo un breve silencio escuche a Thomas maldecir, eso basto para hacer un conjuro nada potente, volví mis prendas a su estado original, conforme me acercaba, aquel traje que me caracterizaba como Wiccan,  eche mis manos hacia atrás para poner la capucha sobre mi cabeza, al arribar a aquella entrada del callejón observe brevemente la situación, los sujetos estaban rodeando a su hermano fue ahí donde sin titubeo alguno concentre energía en mis manos, lanzando truenos hacia los agresores, me encargaría de electrocutar a cuanto hombre estuviese en mi rango de visión,  buscando apartarlos de mi hermano.- ¡Thomas! ¡Inútil distraído, deja de hacerte el héroe!  ¡Debemos buscar a los demás cuanto antes, Hermano! – Atento a la situación mantuve a pesar de que el aparente peligro paso, camine por el callejón acercándome confiado, hacia mi hermano pues los agresores al menos ante mis ojos quedarían inconscientes, yo jamás paso más allá, la muerte no es algo que yo pueda traer, no soy ni me considero dios como para juzgar quien vive o muere, si puedo evitarlo evito tomar las vidas ajenas, por ello preferí dejarles inconscientes, más al acercarme y notar a quien protegía mi hermano, no solo quede pasmado, inmóvil e incapaz de hablar, mirando aquello incluso tembloroso, Incrédulo de lo que mis propios ojos notaron, cosa de la que Thomas parecía estar nada al pendiente, como siempre… distraído y haciendo cosas sin si quiera fijarse como, donde o con quien las hace, mas reviviendo pensares que nublaron mi mente de inmediato apenas visualice aquella mujer que sin duda era hermosa, pero también muy conocida por mí a pesar de la ligera amnesia que poseía en el momento, esa mujer nunca, por nada del mundo la olvidaría… era mi madre, más joven y tan bella, como siempre, sin importar donde, como… con quien, cuando, ella siempre seria la mujer más hermosa que yo en mi vida conocería, nadie jamás iba a superarla en ningún aspecto, ante mis ojos.

Más cansado no pude encontrarme hoy mismo, la noche anterior había tenido mucho trabajo, tanto que me había tenido que dormir casi cuando estaba amaneciendo... No por el trabajo que tenía en el Departamento de Policía, si no todo el trabajo que tuve vestido como el velocista escarlata, todos estos días me la he pasado investigando sobre los continuos robos que ha habido en algunas ciudades del país, todo había comenzando en la ciudad de Nueva York, seguí varias pistas y esas me habían dado hasta la ciudad de Los Angeles, donde ahí pude conocer a aquella chica que tenía unos poderes increíbles. Me sigo arrepintiendo del porque no llegué a interrogar a los involucrados en el robo, no se porque pero el interrogatorio nunca había sido lo mío, Joe todavía me ha dicho varias veces que no he aprendido todo de un policía y que todavía me falta más entrenamiento si quiero dejar de ser un científico forense y pasar a ser un oficial o tal vez hasta un detective. Aunque para ser sincero lo del detective siempre me ha gustado la idea.

Me había tocado ir temprano ir temprano al trabajo, aunque estuviera con el desvelo tenía que ir me guste o no. Tenía que llenar algunos papeleos en el Departamento de Policía, eran tantos y estaba tan cansado que ni si quiera pude hacerlos todo enseguida y así aprovechar mi velocidad. Me había quedado dormido por unos minutos, si no hubiera sido por Joe me hubiera seguido quedando ahí en el escritorio soñando - ¡Barry! - me gritó por lo cuál yo enseguida desperté un poco espantado - Que... ¿Que pasa? - pregunté algo dormitado - No puedes dormirte en el trabajo, se que tuviste mucho trabajo anoche pero ya sabes... Es el precio de llevar una doble vida - me comenta y por lo que veo ahora mismo me dará sus discursos aquellos de ser un héroe - Y que por cierto necesito que te pongas el traje ahorita mismo... - me dice a lo que yo lo miré con curiosidad - ¿Y eso porque? - pregunté - En la ciudad de San Francisco también han estado robando bancos... Necesito que Flash le vaya a dar un vistazo - finalizó y yo simplemente di un suspiro. Asentí con la cabeza y me fui retirando del lugar corriendo sin decir nada más.

Odiaba mucho cuando Joe se ponía así, ahora que sabía mi secreto de seguro no va a detenerse de pedirme muchos favores que ayudan a la policía. Fui corriendo por las calles, aprovechando para sacar de mi anillo el traje del velocista escarlata y ponérmelo mientras corría, ya estaba acostumbrado a hacer esto. Seguí corriendo a toda velocidad, solamente me había tardado unos minutos al llegar a la ciudad de San Francisco. No sabía por donde empezar, por toda la ciudad había muchos bancos y para saber cual habían asaltado creo que... - ¿Pero que? - me pregunté al escuchar unos cuantos tiros a unas calles cerca, por Dios... Si era otro robo enserio que voy a perder la cabeza. Fui corriendo a toda velocidad hacia donde provenían los tiros, venían desde un callejón pero antes de entrar me puse a revisar lo que pasaba. Se trataba de unos hombres armados que estaban amenazando a... ¿Scarlet Witch? Quien había sido salvado por... - ¿Otro velocista? - pregunté al verlo como corría, no era tan veloz como yo pero al menos sabía moverse. Al ver que unos cuantos hombres estaban votados en el piso entré el callejón a toda velocidad y miré a los presentes - ¿Sigues metiéndote en problemas, Scarlet Witch? - pregunté - ¿Amigos tuyos? - pregunté esta vez haciendo mención a los dos chicos que estaban con ella.

Todos estos días había estado tratando de conseguir aunque sea un poco de información sobre donde iba a ser la De León, no tenía todavía exactamente la ubicación de donde iba a ser la gran carrera del año pero aún así haré todo lo posible para poder conseguir aunque sea la ubicación. Algo que tenía bastante claro es que primero tenía que concentrarme para poder derrotar al DK y así quitarle ese apodo que le andan poniendo todos los corredores callejeros, ese desgraciado dentro de poco dejará de portar ese título, por fin tendré la oportunidad para ponerlo en su lugar.

Wanda por otra parte estos días ha andando bastante contenta, no se que rayos le había pasado pero en parte eso me alegraba bastante, saber que mi querida hermanita estaba contenta aunque desconocía por completo la razón. Ella había salido de casa y yo también, me había encontrado con un amigo en la ciudad de Los Angeles quien me dijo que la carrera será en San Francisco, California. Tenía sentido, la carrera siempre tiene que ser en algún lugar de California y San Francisco creo que era una buena opción. No por algo en aquel lugar tenía unas carreteras bastante amplias y además estaba perfecto. No quería esperar mucho por lo cuál estaba decidido ir a echarle un vistazo, solo que esta vez no tenía pensado irme en el vehículo, esta vez me quería ir yo mismo corriendo a toda velocidad ya que hace bastante tiempo que no usaba mis poderes para algo como esto.

Andaba vestido con la misma prenda de siempre, pantalón de mezclilla, zapatos deportivos y esa camisa gris de mangas largas que tiene algunas franjas de color azul y un rayo de color blanco, es la camisa que la mayoría del tiempo traía cuando salía a combatir el crimen al lado de mi hermana. Era un atuendo bastante cómodo para repartir algunos cuantos golpes.

Tardé solo algunos minutos para llegar corriendo a aquella ciudad tan tranquila y llena de vida. Algunas veces había pasado solamente de camino por ahí pero nunca había tenido la oportunidad de quedarme y visitar todos los lugares de turistas que pueda ofrecer la ciudad. Mientras voy corriendo puedo ver perfectamente como una brisa de color rojo con amarillo pasa enfrente mío - ¿Que mierda fue eso? - me pregunté ya que iba casi a la misma velocidad que yo... O un poco más veloz. Me detuve un momento pero acto seguido escuché lo que parecía ser una bala. No sabía que estaba pasando, por lo cual corrí hacia donde provino el ruido de la bala y noté que era en un callejón. Sin pensarlo dos veces entré y noté que estaba ahí... ¿Wanda? ¿Que carajos estaba haciendo ahí? Además estaba junto con dos chicos y un sujeto con atuendo rojo y amarillo - ¿Wanda? - pregunté por su nombre algo confundido - ¿Que haces aquí? ¿Que está pasando? - pregunté todavía algo confundido.