Relaxation time (Wanda Maximoff)

Otro día cansado en mi trabajo, ya algunos meses habían pasado después de mi incidente con aquel rayo que me había alzando y después ser bañado en varios químicos, había sido una experiencia bastante extraña pero cuando me di cuenta de los poderes que tenía me sorprendí bastante, ser el hombre más rápido que existía, tanto que en mi tiempo libre había estado entrenando mis habilidades pues al principio no había sido nada sencillo controlar esta velocidad. Había estado investigando más, incluso le había pedido ayudar a un profesor poco famoso de la ciudad llamado el Profesor Stein. Todas las dudas de la velocidad se las había dicho a el, me quede bastante sorprendido al saber que se puede hacer muchas cosas con la velocidad de la luz, que es a la que yo corro, enserio que no puedo creer las tantas cosas que puedo hacer, pero aún así yo solamente me concentro en una sola cosa... La cual es salvar a las personas de esta ciudad.

Hasta ahora la única persona que sabía que era el vigilante conocido como ¨The Flash¨ era mi compañero de trabajo Joe West, quien de verdad le tengo bastante confianza, no por algo he tenido buenos momentos con el y con su hija Iris. Ellos era una parte importante en mi vida, siempre significaron mucho para mi pero con el que más podía confiar era con Joe pues fue como una figura paterna para mi después de que enviaran a mi padre a la cárcel después de lo sucedido con mi madre. Ya habían pasado varios años desde aquel acontecimiento, yo solamente era un niño y aquella cosa de color amarillo había matado a mi madre, todos estos años me he dedicado también a investigar ese caso, Joe siempre negó que algo así hubiera matado a mi madre, pero yo solo se lo que vi y tarde o temprano voy a encontrar a quien hizo eso y voy a hacer justicia tanto como para mi padre y mi madre.

Era de día y tenía un caso que investigar hoy o bueno mis jefes me habían mandado a examinar el cadáver de un sujeto en la escena del crimen en la ciudad, habían asaltado un banco y habían dejado a dos muertos. Enseguida puse a buscar algunas huella pero solamente las encontré en la caja registradora - Ya es el segundo banco que asaltan esta semana - me dice Joe - Losé. parece ser que alguien anda con poco dinero estos días - hablé añadiendo una ligera risa mientras seguía con mi trabajo. Examino las demás cosas que estaba dentro del banco y Joe me acompaña - Si mal no puedo estar utilizaron explosivos para abrir la caja - le digo haciendo mención a la caja donde ponen todo el dinero - Explosivos... Vaya - habló Joe y después me quité los guantes - En cuanto a los cuerpos de los hombres, murieron por balas que se quedaron atrapadas en su corazón... Por lo tanto están muertos - le digo dando así la muerte oficial de los dos hombres - Eso ha sido todo por hoy para ti, Barry, puedes irte - me dice a lo que después yo asentí con la cabeza, me despedí y me retiré del lugar.

Ahora que tenía un pequeño descanso no se me ocurrió otra cosa mejor que hacer que salir a patrullar las calles de la ciudad, por lo tanto empecé a correr a toda velocidad sacando de mi anillo el traje y ponérmelo mientras corría. Mientras iba corriendo recordé que por la mañana había visto las noticias, las cuales decían que en la ciudad de Los Angeles habían estado también asaltando bancos por lo cual decidí por ir a echarle un vistazo, total creo que no sería una mala idea, puedo llegar en pocos minutos para allá.


Llegué a aquella ciudad corriendo en algunos pocos minutos, no era la primera vez que andaba por ahí pues ya había estado antes ahí patrullando toda la ciudad por motivos de policía. Ahora estaba ahí vestido de Flash para seguir con el caso que estaba en curso en el Departamento de Policía, sentía que les iba a hacer un favor a la policía. Seguí corriendo por la ciudad pero me detuve cuando vi unas sirenas de policía dentro de un lugar de lo que parecía ser un banco pero de tamaño pequeño - ¿Robo en curso? - pregunté mientras miraba el lugar y si en efecto, estaba robando aquel lugar pero solamente había pocos policías, una pequeña ayuda no estaría mal, ¿no? No me lo pensé dos veces así que entré en el lugar listo para atacar.

Algunos días tras simplemente haber pasado la noche con mi hermano en su carrera de autos, aquel día como siempre desperté algo temprano, Pietro a saber que estaba haciendo… sin embargo tras una ducha y ponerme ropa como usualmente, baje a la cocina, abrí la puerta del refrigerador para llevarme la sorpresa de que estaba casi vacío, negué un par de veces,  cerré la puerta y sin más, decidida a hacer algunas compras, tome aquella bolsa negra que casi siempre usaba, ahí solo entraba mi cartera y mi móvil mis llaves y nada más.

Salí al garaje para observar el montón de autos que tenía mi hermano, no note si faltaba alguno ya que por lo general el me avisaba si salía o algo, así que camine hasta donde estaba aquella bicicleta que si bien no era gran cosa para mí era un hobbies y de cierto modo un medio de transporte, ya ante la había usado para ir de compras, por eso tenía una canastilla al frente, abrí la puerta de la cochera presionando el botón en la pared y luego sin más, subí a la bici, al salir use telequinesis para presionar aquel botón a distancia y hacer que se cerrara de nuevo el garaje.

Si bien parecía que el centro de la ciudad estaba lejos de nuestro hogar, la verdad era que no estaba del todo lejos, o seria que yo ya me había acostumbrado a ir y venir que no notada si estaba lejos o no, como sea si bien me tomo casi veinte minutos, logre llegar al centro, mismo que pensaba recorrer pues aprovechando el viaje quería ver un par de cosas en las tiendas… así que tomándome mi tiempo recorrí un par de tiendas de ropa antes de ir a la que debía ir a comprar al menos las cosas que usaría para preparar la comida.

Dentro de una de las tiendas, compre un nuevo vestido negro, una chamarra delgada y roja, compre unas mayas y un par de guantes nuevos, que planeaba usar para esas escapadas en las que mi hermano y yo nos convertíamos en héroes nocturnos, la última vez había arruinado un poco mis prendas y bueno necesitaba unas nuevas, al salir de la tienda puse las cosas dentro de la canastilla, sin subirme a mi bici solamente la tome por el manubrio para caminar hacia las tiendas pequeñas que en su mayoría eran de propietarios orientales vendían montones de cosas y ese día tenía ganas de preparar una receta que había visto en internet, se trataba nada más y nada menos que de fideos orientales se me habían antojado tanto,  que bueno esperaba que a Pietro le gustaran, si no pues… que pida una Pizza, o se haga el algo.

Al llegar a la tienda, la señora de la misma me reconoció ya que cuando iba siempre llegaba con ella, entre a la tienda y le pedí las cosas, estaba ya empacándolas cuando escuche sirenas no muy lejos,  mire hacia la entrada y vi pasar una patrulla, lo curioso fue que note se estaciono no muy lejos de la tienda, la señora pareció llamar a alguien, la mire un momento y después  volví a mirar hacia afuera, pude ver a un pequeño oriental de unos 13 o 14, que miraba curioso hacia afuera, yo saque el dinero para pagar, al hacerlo note como la señora un poco impaciente me cobro rápido, para después salir con algo de prisa, yo tome la bolsa de papel… saliendo prácticamente tras ella, mientras ponía la bolsa en la canastilla mire hacia donde estaban las patrullas, la señora parecía preocupada, eso me hizo mirarla algo preocupada,  acomode la bicicleta con cuidado junto a la puerta de la entrada y observe curiosa lo que pasaba al parecer asaltaban el banco, en medio de mi curiosidad pude ver al pequeño acercarse corriendo de nuevo a la mujer, le dijo algo en su idioma natal y la mujer se desesperó tremendamente… ahí sin poder evitarlo ya que la señora había sido muy amable conmigo, entre en su mente sin mala intención, solo deseaba saber que pasaba, al parecer su hija mayor estaba en aquel banco que estaba siendo asaltando.

Me sorprendí y mire mi recién comprado uniforme… luego sin pensarlo, deje salir a mi Scarlet Witch interior, tome la bolsa y entre a la tienda, corrí hasta el baño y tan rápido como pude cambie mis ropas, guarde todo en la bolsa y al salir deje mis cosas en mi bici, si le contase esto a mi hermano seguro tendría material para reírse de mi un buen rato, pero que más da, le dije al niño que cuidara mi bici, la señora trato de detenerme, pero yo sin pensarlo solo corrí hacia las patrullas y claro el banco que estaba siendo asaltado, tal vez hice algo un tanto loco pero esa señora había sido muy amable conmigo cada que venía a su tienda, me regalaba incluso de esos postrecitos orientales que tanto me gustaban, rescatar a su hija no sería difícil… o sí?

Pude ver a los policías pidiéndole a las personas que se retiraran, pero abriéndome paso entre los civiles abrí mi mente para buscar dentro del edificio y ver qué pasaba en el banco, había rehenes y… si la encontré la chica que buscaba, ah… que pena, de estar aquí Pietro hubiésemos hecho una entrada espectacular, supongo que esta vez, debía hacerlo sola… mire al policía y me pidió retirarme, pero lo ignore incluso lo empuje para entrar a la zona evacuada, la calle se había quedado vacía, probablemente mi ego Maximoff fue lo que me ayudó mucho sin duda, pues mirando la entrada del edificio que estaba siendo ultrajado, pude escuchar como más patrullas  llegaban, para cerrar la calle, escuche como trataban de llamar mi atención, pero no fue hasta que uno de los policías se acercó a mi cuando pude escuchar los pensamientos de uno de los sujetos al tiempo que el policía tachándome de civil me dijo.- Señorita por favor despeje el área, esto puede ser-pero un disparo interrumpió incluso hubo un par de gritos y miradas sorprendidas, el policía que estaba tratando de  sacarme del lugar miraba fijamente hacia delante, casi se hace en los pantalones… pues de no haber escuchado los pensamientos de aquel bandido ese disparo le habría dado directo en la cara, pero ahora contemplaba anonadado como la bala flotaba justo frente a sus ojos y giraba cada vez más lento, un par de segundos después esta se detuvo gracias a mi esfuerzo por detenerla con telequinesis, al caer la bala al suelo, lo mire seria como siempre, ladee un poco la cabeza y solo le diría.- io me encarrgo… -Dije con mi bueno... acento natal, ya que el idioma si bien lo conocia y manejaba, mi fuerte acento aun parecía incluso algo ruso, el policía me miro, asintió rápidamente y salió corriendo a refugiarse, mire hacia delante estaba atenta pues aquellos asaltantes seguían con intenciones hostiles, las sirenas sonaban tras de mí, pero de la nada sentí una curiosa sensación… era como cuando Pietro estaba cerca, pero más cálida, fugaz, incluso podía jurar que más rápida que mi hermano mayor, extrañamente se me acelero el corazón, y si mis ojos no me engañaban pude ver una estela rojiza entrando al banco.- Perro que… -dije en voz baja antes de acercarme corriendo tan rápido como pude con intenciones de entrar al banco para ver qué pasaba, pero tratando de ver que percibía dentro, me recargue en la pared junto a la puerta del mismo, tratando de ver qué pasaba y sobre todo que o más bien, quien podría ser o sido aquello que entro al banco tan rápido, así que me quede quieta… y atenta a los pensamientos de todos cuanto podía para ver si iba o no ser de ayuda.

Había llegado a esta ciudad solamente para verificar si también habían estado asaltando bancos, por lo que la ciudad de Nueva York no era la única en donde lo habían hecho, aquí en la ciudad de las estrellas también lo estaban haciendo y de verdad que esto ya no se me hacía una simple curiosidad pues han habido muchos robos en mi ciudad y creo que esto ya se esta esparciendo por otras ciudades, y sería mejor detener esto de una vez en vez de que siga y siga. Los policías de mi ciudad todavía no tenían mucha información acerca de lo que estaba pasando, por lo cual creo que lo mejor sería investigar por mi cuenta. Nunca antes había hecho eso, pues mi carrera como vigilante apenas había comenzado hace algunos meses y además yo no me considero un detective experto, para eso tenía a mi compañero Joe que por algo ya era el detective del Departamento de Policía de Nueva York.

Joe aparte de ser un compañero también fue una figura paterna para mi, pues cuando metieron a mi padre en prisión por haberlo acusado de matar a mi madre, Joe fue quien me ¨adoptó¨ por así decirlo y me dio toda la educación durante varios años. Ya de adulto fue cuando decidí también trabajar al lado suyo como policía, solo que mi trabajo es diferente al suyo, ya que solamente soy un científico forense al cual siempre le piden ayuda, pero es un buen trabajo y no me quejo, además la paga es buena.

Ser un héroe era una responsabilidad muy estricta, pues si bien cualquiera puede hacerse el héroe muy pocos pueden ser uno verdadero. Joe era una de las pocas personas que sabía mi identidad secreta, además de algunos amigos de confianza quienes también eran vigilantes solo que ellos protegían otras ciudades. Últimamente los héroes estaban saliendo a la luz, era como una especie de ¨nueva era¨ y de verdad que me estaba gustando como pintaba.

Decidido por fin y sin pensarlo mucho, entre corriendo a aquel banco que estaban asaltando en la ciudad, me sorprende que estén robando algo así en la ciudad cuando pueden estar robando alguna otra cosa de valor, por Dios viven en la ciudad de las estrellas, de verdad que he pensado en venir a tomarme un tiempo libre y venir simplemente como turista perdido y disfrutar de la ciudad. Al entrar al banco pude ver que había muchos tipos armados, tanto que enseguida que me vieron me apuntaron - Buenas tar... - no terminé de hablar y enseguida me estaban disparando - Wow, tranquilos - les dije mientras corría esquivando las balas. Me cubrí en una de las paredes para que no me vieran, solo se trataba de una banda de ladrones queriendo llevarse el dinero. En eso noté la presencia de una chica quien había entrado al lugar, enseguida se me aceleró el corazón, ¿de que se trataba? Además de que en el ambiente se sentía algo extraño - Disculpe... ¿No se ha dado cuenta que está siendo robado el banco? - le pregunté mientras estaba cubierto - Creo que lo mejor sería que saliera del lugar, señorita - le dije con total amabilidad y educación a aquella chica.

Otra vez más siento que era una de esas veces en donde si resuelvo esto de una forma bastante heroica acabaré saliendo en las noticias y darán algún reportaje mío dando una buena popularidad. No sabía que tenía el sujeto que controlaba todos los periódicos en la ciudad de Nueva York, pues ese sujeto nada más se la pasa sacando historias acerca del vigilante araña y casi todas sus noticias dan una mala reputación. Ahora que estaba en la ciudad de Los Angeles siento que era momento de probar otros aires, pues si bien es la primera vez que ando por ahí personalmente, creo es una ciudad bastante genial. En las noticias había oído también hablar de aquella ciudad pues de verdad que a ella le daban mucha reputación, vivir rodeados de criminales no es algo muy bonito que digamos, además decían que era una ciudad que de plano ya no tiene remedio por el hecho que es bastante corrupta y llena de gente que solo piensa en hacer puros delitos.

Yo no era una persona que me creyera todas esas cosas, pues si bien el hecho de que a cada rato ande pasando eso como el robo de banco que anda pasando ahorita no creo que por eso no tenga remedio, cualquier ciudad puede ser salvada de los criminales si decides actuar rápido y no dejar que los villanos se salga con la suya. Todo este tiempo en mi formación como forense, Joe también me había estado enseñando como identificar a un criminal, pues aunque cueste creerlo no todos son malos en si, hay algunos que solamente se dedican a hacer diferentes tipos de cosas pero que las haga no le quita que eso sea de verdad ilegal.

Ahora mismo tenía que concentrarme en lo que estaba pasando, además de que siento que con está chica dentro del banco siento que va a ser una carga pesada aunque suene duro decirlo pero necesitaba que saliera del lugar para modo de que pudiera seguir con el trabajo - Lo más probable es que lo tengan como rehén... Pero no te preocupes, yo me encargo - le digo algo serio por la situación en la que estamos - No tienes que hacer nada... Bueno si, necesito que salgas de aquí para modo de hacerme cargo de ellos - le decía y después salí del escondite - Ahora - hablé y después me eché a correr. Fui tan veloz para modo de esquivar las balas y también ir hacia a ellos para quitarle todas las armas que tenían, enserio que aquellas armas hacían mucho escándalo. Después de haber agarrado todas las armas las dejé afuera del lugar y después me puse enfrente de ellos - ¡Les traigo noticias, par de idiotas! - les grité - ¡No tienen armas! - dije y después solté una pequeña risa - ¿Ahora no son tan malos verdad? - pregunté algo desafiante pero en eso veo que un sujeto que venía saliendo de donde guardan todo el dinero viene con algo que parece ser... ¿Una bazuca? - Tienes que estarme jodiendo... - murmuré al verla, esto de plano que iba a ser complicado de evitar.

Cada día ya me estaba acostumbrado más a este tipo de trabajo, en cierta manera me gusta mucho, es un trabajo donde literalmente puedo hacer justicia a mi manera aunque bien yo nunca he usado métodos tan violentos como para poder repartir justicia, siempre he sido una persona pacifista y no me gusta mucho la violencia, aunque me hagan aveces enojar trato de calmarme lo más que puedo para no entrar en furia.

Cuando había llegado al lugar había notado que estaba repleto de puros hombres armados, todos estaban ahí para cumplir un objetivo el cual era asaltar el lugar llevándose todo el dinero de la bóveda, por buena suerte yo me encontraba en aquella ciudad todavía investigando los simultáneos robos de banco que había. Lo primero que había pesando es que se trataba de algún villano con poderes que anda reuniendo una buena cantidad de dinero, pero al ver simplemente a los hombres enseguida note que se trataba solamente de puros simples asaltantes. Joe ya me había enseñado a como poder identificar a un criminal, viendo sus rasgos y las expresiones que hacía, me tomo un poco de tiempo poder aprenderme todo eso pero valió la pena y vaya que logré dominarlo.

Hasta ahora todo iba bastante bien, ya me había encargado de haberle quitado las armas a todos los hombres del lugar, lo único que tenía que preocuparme era del rehén que ellos tenían en el lugar y también de la chica que supuestamente estaba ahí para ayudar. No tenía ningún problema en que ella tuviera buenas intenciones, pero aún así no necesitaba su ayuda, yo mismo podía encargarme del asunto. Me detuve cuando había visto a un hombre sacar aquella arma tan grande llamada bazuca, no digo que sea un problema de esquivarla el problema sería si aquel proyectil me fuera persiguiendo por todo el lugar - Dios... - murmuré pero luego para mi sorpresa el hombre se había detenido pero no había sido solo así. La chica a la que le había dicho que se fuera había hecho una especie de ¨truco¨ en él, podía verla, podía ver perfectamente como había en ella un aura de especie color rojo además de sus ojos. Miré alrededor mío y algunos hombres ya estaban un poco confundidos sin saber que hacer, pues ya no tenían nada para defenderse - Supongo... Además ahí viene la policía - le digo mientras señalo la puerta principal escuchando las sirenas - The Flash... - murmuré mi nombre mientras me cruzaba de brazos - ¿Invitarte una soda? ¿Vestidos así? - pregunte con algo de curiosidad, ¿quien sería tan ridículo para andar así en la calle comiendo? Ah yo... Lo hice una vez.

Que genial bienvenida había tenido al venir a esta ciudad, claro pues si había llegado aquí era por algo así que en cierta parte no me voy a quejar porque me alegra saber que encontré lo que estaba buscando... Un robo de banco pero ahora seguía sin tener pistas acerca de estos locos que andan robe y robe puros bancos en varias ciudades. La ciudad de Nueva York ya había sido testigo de varios robos y yo no fui el único héroe que ha tratado de detener los robos de los criminales que hay en toda la ciudad, si no otros ¨vigilantes¨ que no he tenido el placer de conocer también anda protegiendo la ciudad de Nueva York e intentan hacer de este mundo un lugar mejor.

Por otra parte creo que consideraba que gracias a mi velocidad podía transportarme velozmente hacia diferentes partes del mundo, es por eso que había llegado con bastante facilidad a esta ciudad que estaba llena de gente que de seguro anda en busca de varios famoso por el simple hecho que es la ciudad donde las estrellas del cine y la televisión viven. En aquel robo de banco me había dado cuenta que no estaba solo, pues conmigo estaba una chica que tenía unas grandiosas habilidades pues... Debo admitir que me ayudo un poquito aunque bien se que pude haber completado este trabajo sin derramar una gota de sudor, por Dios soy el hombre más rápido del mundo y no conozco a otra persona que sea más rápido que yo... O puede que alguien lo sea, no estoy seguro.

La chica hace rato había mencionado que le podía invitar una soda pero... ¿Que? ¿Acaso estaba pensando que iremos a comer o beber algo vestidos como héroes? - Me gusta el traje pero solo para algunas ocasiones - respondí algo serio y la miré de pies a cabeza. Había algo en ella que me gustaba, no se que era pues también desde hace rato que había llegado al banco me siento algo raro... Como si estuviera un poco desorientado y además al estar más cerca de ella me sentía bastante seguro de mi mismo e incluso admito que me sentía cómodo - Fideos... - murmuré. Dios esa jodida comida como me gusta - Claro, me fascinan lo fideos comenté sonriendo. Sin pensarlo mucho la tome del brazo y después comencé a correr hacia donde me había dicho, pues dijo que había una tienda japonesa cerca. Salí a toda velocidad con ella del banco tanto que ni si quiera los policías nos vieron, para las personas solamente podían ver una ráfaga de viento de color rojo con amarillo. Al llegar a la tienda japonesa enseguida la solté - Bien, espero que sea esta - le dije y miré el lugar - ¿Entró contigo o me espero aquí? - pregunté pues ella había dicho que tenía algunas cosas ahí dentro del lugar.